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Bolsonaro “hizo votos por el pleno éxito del presidente Lacalle en el desempeño del mandato conferido por los uruguayos”, dice una breve nota difundida por la cancillería brasileña.
La victoria de Lacalle Pou, candidato del Partido Nacional (PN, centroderecha), fue confirmada este mismo jueves por la autoridad electoral uruguaya y reconocida por el abanderado del gobernante Frente Amplio (FA, izquierda), Daniel Martínez.
Bolsonaro, que fue discreto en relación al proceso electoral en Uruguay, no ocultó sin embargo su preferencia con Lacalle Pou, un político conservador más cercano a su línea ideológica, aunque más moderado.
La reacción del presidente brasileño respecto a la elección de Lacalle Pou, a quien llamó por teléfono y felicitó de inmediato, ha sido muy distinta a la que tuvo cuando, hace 20 días, ganó en Argentina el peronista Alberto Fernández.
Hasta hoy, ni Bolsonaro personalmente ni el Gobierno brasileño han establecido ningún contacto con representantes de Fernández, quien recibirá el poder el próximo 10 de diciembre de manos del conservador Mauricio Macri.
Bolsonaro, quien ha dicho que no pretende felicitar al presidente electo de Argentina, tampoco acudirá al acto de su investidura, en el que estará representado por el ministro de Ciudadanía, Osmar Terra.
Aún cuando el líder de la ultraderecha brasileña ha mantenido una línea de duras críticas a Fernández, a quien llegó a calificar como “bandido de izquierda”, Bolsonaro ha matizado algo sus palabras en los últimos días.
De hecho, este miércoles anunció su intención de ser “pragmático” en las relaciones con Argentina durante el Gobierno de Fernández y aseguró que, al menos por su parte, el fuerte intercambio comercial entre ambos países “continuará”.
Argentina, Brasil y Uruguay, junto con Paraguay, son miembros del Mercosur, bloque que la próxima semana celebrará su cumbre semestral en la ciudad brasileña de Bento Gonçalves, en el sur del país.