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Crear un sendero verde que una todo el planeta a través de miles de kilómetros de bosque continuo, que atraviesen parques naturales y reservas de la biosfera, incluso océanos, es la propuesta de la organización “Un bosque para el planeta Tierra”, presentada hoy en la Cumbre del Clima.
Las ventajas medioambientales del calificado como “corredor biológico mundial” pasan por “recuperar hábitats naturales degradados, donde habitan especies que se están extinguiendo”, explicó a Efe el presidente y fundador la organización no gubernamental “Un bosque para el planeta Tierra”, el español Jorge Extramiana.
“Plantar millones de árboles ayudará a que estos sean sumideros de dióxido de carbono y a generar más oxígeno”, así como a “luchar contra el cambio climático en favor de las especies”, lo que repercutirá en un “beneficio mutuo”, añadió.
Extramiana, quien también es coordinador de cambio climático de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) en España y embajador de Pueblos Indígenas del Amazonas de Perú, ha apuntado que la idea pasa por “conseguir una línea verde mundial por donde un ser humano pueda entrar en Argentina y salir en Canadá”.
En estos momentos, Europa constituye el continente “más avanzado”, en concreto a nivel español.
LOS MANGLARES, UNA PRIORIDAD PARA LA CONSERVACIÓN
“Un bosque para el planeta Tierra” se encuentra en la actualidad en la Amazonía de Perú y en el estado mexicano de Veracruz, donde “colaboramos con diferentes organizaciones ecologistas y ayudamos a reforestar los manglares, sobre todo a protegerlos y a que formen parte de ese recorrido”.
En Veracruz, declaró, los manglares “se estaban deteriorando porque se deforestaba para crear nuevas urbanizaciones de lujo en la misma costa con salida al mar”, una situación que “perjudicaba al hábitat del cangrejo azul”.
Estos entornos, donde este animal habita “desde hace miles o millones de años”, se están reforestando porque el cangrejo azul “tiene que atravesar más de cinco carreteras para adentrarse al mar a desovar” y, desde los gobiernos regionales y municipales, “no se está escuchando la posibilidad de crear pasos naturales, para que estos animales pasen y no corran ningún riesgo”.
“Cada año mueren miles y miles de estos crustáceos. Nosotros, con mucha paciencia, recogemos miles de ellos, pero no podemos llegar ni al 30 % del volumen de cangrejos que pasan, y de ese 70 % al que no llegamos, más de la mitad muere anualmente”, lamentó Extramiana.
Otra de las zonas en las que está presente la organización es Borneo, con el objetivo de “recuperar parte de sus árboles autóctonos”, en concreto “aquellos que proporcionan frutos secos” y “poseen un alto interés ecológico para la propia fauna que allí habita”.
El 21 de diciembre de 2012, coincidiendo con la conclusión del calendario maya, “nos fundamos como organización no gubermanental, aunque ya llevábamos años trabajando”, pero “necesitábamos un elemento oficial para crear el corredor biológico mundial”, cuyo kilómetro cero se ubica junto a los yacimientos arqueológicos españoles de Atapuerca y al Camino de Santiago, catalogados como Patrimonio de la Humanidad.
Todo partió de practicar senderismo en “nuestra localidad”, ha recordado el presidente y fundador de “Un bosque para el planeta Tierra”, porque “veíamos que tras caminar 7 u 8 kilómetros ya no se podía continuar más” y “pensamos en crear un corredor que no sólo uniera árboles”, también “especies que se habían separado debido a carreteras, ciudades o a la agricultura”.
LA OPORTUNIDAD QUE LA COP25 DA PARA AUNAR COMPROMISOS AMBIENTALES
La COP25, ha afirmado, “nos ha abierto la oportunidad de que se adhiera a nosotros la isla de Pascua, a través del pueblo nativo Rapa Nui” y, además, “hemos mantenido reuniones con las delegaciones de gobierno de países como Noruega, Alemania, Japón, Corea del Sur, Burkina Faso o Ruanda”, entre otras, “todas ellas muy interesadas en participar”.
La intención pasa por desarrollar un bosque “continuo y real”, aunque “hemos visto que, si la sociedad no ve beneficio y no lo quiere llevar a cabo, les decimos que ellos pueden caminar por ese sendero durante miles de kilómetros sin salir de la naturaleza”.
Además, “puede beneficiar a una zona que se esté despoblando y así crear turismo ecológico”, pues así “conseguimos atraer a más municipios, regiones, provincias, ayuntamientos o instituciones”.
En el caso de que no se unan, “estamos hermanando colegios españoles con los de otras partes del mundo, para que los niños planten un árbol por ellos mismos y otro por su amigo que reside en otro lugar”.
El corredor biológico, que desde su inicio hasta el final pretende ser declarado Patrimonio de la Humanidad para que esté protegido, “está presente a día de hoy en varios continentes”.
También “hemos mantenido reuniones con la secretaria ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, Patricia Espinosa, y con el presidente del Gobierno (español) en funciones, Pedro Sánchez”, además de con “muchas embajadas que acudieron a plantar árboles con nosotros al kilómetro cero”.