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Un grupo de desconocidos intentó robar los restos mortales del criminal de guerra nazi Reinhard Heydrich en el Cementerio de los Inválidos de Berlín, según confirmó este lunes la Policía a medios locales.
Heydrich murió en Praga a consecuencia de un atentado en 1942 y tres años después, tras el fin de la II Guerra Mundial, se retiraron la lápida y su nombre de la tumba, lo mismo que ocurrió en otros sitios donde están sepultados jerarcas nazis.
Según la Policía, el pasado 12 de diciembre trabajadores del cementerio descubrieron un agujero justo en el lugar donde están los restos de Heydrich.
Heydrich era un alto oficial de las SS que presidió la conferencia de Wannsee en Berlín, donde se planificó la logística del Holocausto.
El objeto de la conferencia, convocada por Heidrych, era buscar “recursos y métodos para una solución final de la cuestión judía”.
La Policía ha abierto una investigación para dirimir si se produjo un delito con esa acción.
De momento la investigación parte de la base de que los responsables no lograron sacar ninguna parte del esqueleto de Heydrich.
El diario berlinés “Der Tagesspiegel” ha recordado una acción similar que tuvo lugar en febrero de 2000 cuando un grupo de extrema izquierda abrió la tumba del oficial de las SS Horst Wessel.
El grupo, autodenominado “Autonomen Totengräber” (Excavadores de tumbas autónomos), aseguró en su momento en un comunicado haber arrojado el cráneo de Wessel al río Spree. La Policía lo desmintió.
El Cementerio de los Inválidos en uno de los más antiguos de Berlín y allí están enterrados muchos militares del siglo XIX y de comienzos del siglo XX.
Durante los años del nacionalsocialismo fueron enterrados en ese cementerio dos nazis de alto rango: Heydrich y el ministro de Armamento Fritz Todt, que murió en un accidente aéreo en 1942.
Durante los años de la división de la ciudad el cementerio quedó cortado por el muro de Berlín.