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En la jornada de este jueves, una de las más violentas tras más de una semana de protestas, se llevaron a cabo manifestaciones en las ciudades de Bombay, Calcuta, Lucknow, Thiruvananthapuram, Bangalore, Mangaluru, Hyderabad y la capital del país, Nueva Delhi, entre otras.
Las protestas, que reunieron a miles de personas, se celebraron pese a la prohibición de las autoridades a manifestarse y a los cortes de los servicios de comunicación en varias partes de la capital.
En Mangaluru (Karnataka), en el sur de la India, dos personas fueron gravemente heridas durante las manifestaciones y se encuentran hospitalizadas en cuidados intensivos, según informó a los periodistas el comisionado de policía P.S. Harsha.
En esos enfrentamientos, al menos 20 agentes resultaron heridos, indicó.
Asimismo, en Lucknow, capital del estado norteño de Uttar Pradesh, 55 personas fueron arrestadas por su supuesta participación en las protestas y los enfrentamientos con las autoridades, según relató a los medios el director general de la Policía estatal, O.P. Singh.
Aunque medios locales informaron de la muerte de al menos una persona en esa protesta, el jefe policial dijo no poder confirmar si el suceso estaba directamente relacionado con las marchas.
Más arrestos podrían producirse en las siguientes horas, aseguró el jefe policial, que indicó que están analizando imágenes de los sistemas de vigilancia de la ciudad.
“No perdonaremos a nadie”, añadió Singh.
Imágenes de las cámaras de seguridad de distintas áreas de la ciudad muestran zonas vandalizadas, con varios coches destruidos, y piedras esparcidas por las calles.
En la capital india, medios locales han informado de la detención de más de 1.200 personas.
Con anterioridad se conoció también el arresto del destacado historiador indio Ramachandra Guha en Bangalore mientras daba una entrevista a los medios de comunicación, así como de otros intelectuales y activistas indios.
La televisión delhí NDTV mostró el momento en que tres policías equipados con cascos y material antidisturbios se llevaron detenido a Guha.
Las protestas comenzaron el lunes de la semana pasada cuando el Gobierno del primer ministro, Narendra Modi, presentó en el Parlamento una enmienda a la ley de ciudadanía que permitiría regularizar a los inmigrantes procedentes de Afganistán, Pakistán y Bangladesh llegados al país antes de 2014 y pertenecientes a las religiones hindú, sij, budista, jain, parsi y cristiana.
La norma, aprobada en tres días por el órgano bicameral, provocó el rechazo de buena parte del país que la encuentra contraria al espíritu laico de la nación y discriminatoria hacia los musulmanes.
Las manifestaciones subieron de tono después de que el pasado fin de semana la policía entrara sin permiso en una universidad capitalina destinada principalmente a musulmanes y cargara duramente contra los estudiantes.
En los estados del noreste de la India, donde reina un fuerte sentimiento antiimigrante sin importar la religión, también se han producido fuertes protestas que han dejado al menos cuatro muertos y obligaron a las autoridades a imponer restricciones y sacar al Ejército a las calles.