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“Se hizo una biopsia y no dio nada. Si fuera una cáncer, ¿cuál es el problema? Lo diría. Si hay que cortar la oreja, que me la quiten. No estoy preocupado con eso”, dijo el mandatario en un encuentro con periodistas en el Palacio de la Alvorada, su residencia oficial en Brasilia.
Bolsonaro, que el próximo 1 de enero completará un año en el poder, señaló que “siempre fue relajado” con su salud al comentar que no respeta horarios y que sufre con el insomnio, según recogió el diario ‘Folha de Sao Paulo’.
La semana pasada, el mandatario anunció a los periodistas que se había sometido a unos análisis médicos para verificar un “posible cáncer de piel”.
“Hay un posible cáncer de piel. Tengo la piel clara, pesqué mucho a lo largo de mi vida, me gusta mucho la actividad. Por lo que la posibilidad de cáncer de piel existe”, señaló entonces.
Sin embargo, poco después la Presidencia de Brasil emitió un comunicado en el que garantizó que Bolsonaro “presenta buenas condiciones de salud sin indicativo alguno de cáncer de piel” y que mantendrá su agenda conforme a lo programado.
Al día siguiente, en su tradición transmisión semanal vía redes sociales, el gobernante se retractó y acusó a la prensa de “mentirosa” por haberse hecho eco de sus palabras.
“Esta prensa no se cansa de mentir (…) Hubo una ‘fake news’ (noticia falsa) de que yo estaría con cáncer (…) entonces es mentira encima de mentira” por parte de la prensa, expresó.
En paralelo, la Presidencia de Brasil ofrecía más detalles del procedimiento dermatológico al que se sometió el líder ultraderechista.
Según la Secretaría de Comunicación, los médicos le retiraron una verrugas sospechas en la cara y la oreja y además se le aplicó una sesión de crioterapia en lesiones en el tórax y el antebrazo, provocadas por un exceso de exposición solar.
Bolsonaro, de 64 años, pasará por revisiones cada seis meses para evaluar el estado de su piel.
El mandatario ha pasado por cuatro operaciones quirúrgicas desde que en septiembre del año pasado recibió una puñalada en el abdomen durante un mitin electoral en el estado de Minas Gerais (sudeste), en plena campaña para las elecciones presidenciales que ganaría poco después.