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Un total de 51 niños y tres profesores resultaron heridos tras un ataque con sosa cáustica en una guardería en la ciudad de Kaiyuan, en el sur de China, informaron este martes las autoridades locales.
Dos de los heridos sufrieron lesiones graves, aunque sus vidas no corren peligro; otros cuatro presentan “síntomas moderados”.
El suceso acaeció en la tarde del lunes, cuando un hombre de 23 años apellidado Kong accedió a las instalaciones y roció a los allí presentes con el químico corrosivo, que almacenaba en botes de espray.
El sospechoso, explica la prensa local, fue arrestado apenas una hora después de los hechos.
Según la Policía, Kong estaba desempleado y sufría “distorsiones psicológicas” derivadas del divorcio de sus padres, factores que le provocaron “una mentalidad pesimista y vindicativa”.
Pese a que China es en general un país seguro, los ataques en lugares públicos -como las escuelas- son relativamente comunes.
Por ejemplo, el pasado abril un profesor de un parvulario en la provincia de Henan (centro) fue detenido por envenenar premeditadamente a 23 niños de entre 4 y 5 años, de los que uno tuvo que ser hospitalizado en estado grave.
Ese mismo mes también se registró un ataque con cuchillo en una escuela de Hunan (centro) en el que murieron dos menores y otros dos resultaron heridos.