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Al menos 15 civiles, entre ellos seis niños, murieron hoy en un ataque de las fuerzas sirias a un campo de desplazados de Qah, situado cerca de un hospital materno-infantil en el noroeste de Siria, junto a la frontera turca, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
“Las fuerzas del régimen lanzaron al menos dos misiles tierra-tierra causando grandes daños al campo y quemando las tiendas de los desplazados”, indicó la ONG, cuya sede se encuentra en el Reino Unido pero que cuenta con una amplia red de colaboradores sobre el terreno.
El campo de Qah está poblado por desplazados huidos del conflicto en la provincia de Idlib y el oeste de Alepo, el último bastión opositor en el país, donde el Gobierno sirio lleva a cabo una ofensiva contra las facciones armadas.
La Defensa Civil siria, conocidos como los “cascos blancos” que operan en zonas que escapan al dominio de Damasco, aseguró en su cuenta de Twitter que había ocurrido “una masacre” en el interior del campo de desplazados de Qah, aunque no facilitó aún un número de víctimas.
Según el Observatorio, los equipos de rescate están tratando de rescatar a las víctimas entre las tiendas y añadió que el número de muertos podría aumentar debido a la gravedad de los heridos, cifra que no precisó.
Las autoridades sirias no se han pronunciado al respecto hasta ahora.
El área de Qah, cercana al campo de Karama y en la frontera turca, es considerada una zona segura y ni las unidades sirias ni rusas, aliadas de Damasco, suelen atacar esas áreas en el marco de su ofensiva.
Idlib está dominada prácticamente por el Organismo de Liberación del Levante, una alianza islamista en la que está incluida la exfilial siria de Al Qaeda y considerada como el principal objetivo de Damasco y Moscú en esta campaña militar, que comenzó el pasado 30 de abril, y que ya se ha cobrado la vida de más de 1.000 civiles, según el Observatorio.
