[ad_1]
Al menos cuatro personas murieron este miércoles y otras ocho resultaron heridas por un ataque del grupo yihadista Al Shabab con coche bomba en una intersección próxima al Parlamento de Somalia en Mogadiscio, confirmaron Efe fuentes de esa institución.
La explosión, de fuerte potencia y que provocó una gran columna de humo negro, ocurrió en torno a las 09.00 hora local (06.00 GMT) en un puesto de control de seguridad en el cruce de Sayidka, que lleva al Parlamento y también se encuentra cerca del palacio presidencial.
“El coche bomba estaba en una fila para un chequeo de seguridad en un puesto de control entre el Ministerio del Interior y el Parlamento”, declaró a Efe Hassan Abshir, secretario del presidente de esa cámara legislativa y testigo del ataque.
Abshir indicó a Efe que “al menos cuatro personas fallecieron y otras ocho fueron heridas”.
El grupo yihadista somalí Al Shabab, por boca de su portavoz, Abdiaziz Abu Musab, se atribuyó el ataque, el primero de gran magnitud cometido en 2020 en Somalia.
El pasado 30 de diciembre, Al Shabab -que se adhirió en 2012 a la red Al Qaeda- también se responsabilizó del atentado con camión bomba que el día 28 de ese mes causó al menos 92 muertos y más de 125 heridos en Mogadiscio, el peor que sufre Somalia desde octubre de 2017.
El grupo, que controla parte del centro y el sur de Somalia y aspira a instaurar en ese país un Estado islámico de corte wahabí (ultraconservador), también ha atacado en las últimas semanas objetivos en Kenia, país al que amenaza por la presencia de tropas kenianas en territorio somalí.
De esos ataques, el más sonado fue el perpetrado el pasado domingo contra una base militar en el condado de Lamu, en el sureste de Kenia y cerca de la frontera con Somalia, que es usada por soldados kenianos y estadounidenses.
El asalto causó la muerte de un soldado estadounidense y dos contratistas del Departamento de Defensa de EEUU, además del fallecimiento de al menos cuatro atacantes abatidos por los militares.
Somalia vive en un estado de conflicto y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, lo que dejó al país sin Gobierno efectivo y en manos de milicias islamistas y señores de la guerra.
