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“La ayuda humanitaria nunca debe usarse como una herramienta política”, señaló Rocca en una rueda de prensa en Ginebra, en la que desveló que sólo un 10 % de los 50 millones de dólares (45 millones de euros) solicitados por la FICR este año para ayudar a Venezuela han sido recibidos por la federación.
El presidente de la FICR puso como ejemplo para probar la falta de voluntad política que en sólo 10 días Cruz Roja había recibido los 12 millones de dólares (9,7 millones de euros) solicitados para ayudar a Bahamas tras el paso del huracán Dorian, mientras que con Venezuela los fondos siguen estancados.
SÓLO UNOS 50.000 VENEZOLANOS ATENDIDOS
Según cifras de la Cruz Roja, la falta de financiación hace que sus actividades sólo puedan alcanzar a unas 50.800 personas en Venezuela, en lugar de las 650.000 que tenían previsto.
“Ayudar a los venezolanos no es ni nunca será un acto político, sino la única forma de aliviar su sufrimiento”, declaró Rocca, quien indicó que si a principios de año hubo problemas de acceso de ayuda humanitaria en suelo venezolano, estos ya fueron resueltos al alcanzarse consensos con el Gobierno y la oposición de Venezuela.
El presidente de la FICR, que coordina todas las organizaciones nacionales de la Cruz Roja, añadió que la federación ha enviado al país suramericano este año unas 100 toneladas de medicinas y otros materiales, algo que en su opinión es “una gota en el mar” de un país que necesita “ayuda desesperadamente”.
LA SANIDAD VENEZOLANA SE FUE AL EXILIO
Rocca recordó que Venezuela tenía en el pasado “uno de los mejores personales médicos de Suramérica”, pero que muchos de sus médicos y enfermeras han salido del país como parte del éxodo de más de 4,5 millones de personas que han emigrado debido a la inestabilidad política y económica.
Algunos de los programas que podrían haberse visto afectados por la falta de financiación, según apuntó Rocca en la rueda de prensa, serían aquellos destinados a tratar los problemas de salud más complejos, como enfermedades oncológicas (cáncer) y hematológicas (leucemias).
“No sólo es un problema para la Cruz Roja, sino para todas las agencias humanitarias”, declaró Rocca, quien expresó su temor a que “se use la desesperación de la población civil como una herramienta para desestabilización del país”, y admitió que es más sencillo para la FICR financiar sus actividades en países con conflictos armados como Siria o el Yemen.
LAS SANCIONES DE EEUU, ¿PARTE DEL PROBLEMA?
Preguntado sobre si las sanciones estadounidenses podrían tener un efecto adverso en la financiación de la Cruza Roja en Venezuela, Rocca no quiso establecer un efecto directo, pero sí admitió que en ocasiones esas medidas “aumentan el dolor de las comunidades, especialmente entre los civiles”.
El líder de la federación recordó sus recientes visitas a Venezuela, en las que pudo conocer de primera mano la urgente necesidad de la población.
“He visto una Venezuela completamente diferente de la que vi hace 22 o 24 años, es una pesadilla regresar a un país y verlo tan cambiado, con sus tiendas completamente cerradas y desierto tras las 5 o 6 de la tarde porque la gente no tiene dinero que gastar”, describió.