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El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ordenó a las fuerzas de seguridad que se preparen para la posible evacuación de unos 7.600 emigrantes filipinos en Irak e Irán si continúa la escalada de tensión en Oriente Medio con Estados Unidos.
En estos momentos hay unos 6.000 filipinos en Irak y cerca de 1.600 en Irán, informó en un comunicado el portavoz del Ministerio de Defensa, Arsenio Andolong.
Duterte convocó el domingo una reunión de emergencia con el ministro de Defensa, Delfin Lorenzana; el jefe de las Fuerzas Armadas, Felimon Santos; y el de la Policía, Archie Gamboa, para discutir el plan de contingencia.
“El presidente encomendó a las Fuerzas Armadas que preparen sus activos aéreos y navales para traer a casa a nuestros compatriotas si se producen hostilidades abiertas en Oriente Medio que puedan poner en peligro sus vidas”, explicó Andolog.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, amenazó este sábado con atacar 52 objetivos en Irán en caso de eventuales represalias por el asesinato del general iraní Qasem Soleimaní, comandante de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución, en un bombardeo selectivo estadounidense lanzado el viernes en Bagdad.
El secretario filipino de Justicia, Menardo Guevarra, también señaló que, junto con la Oficina de Inmigración, estudia la posibilidad de prohibir el envío de trabajadores filipinos a Irán, Irak y Libia.
En total hay unos 1,2 millones de filipinos trabajando en Oriente Medio, según datos del Congreso de Sindicatos de Filipinas, a pesar de que algunos de los países de destino sean lugares de conflicto, donde los salarios son más altos.
“Cualquier inicio de hostilidades abiertas en Oriente Medio que involucre a EE.UU. arrastrará a sus principales aliados militares como Arabia Saudí y Kuwait, los cuales albergan a un gran número de filipinos”, apuntó Aniceto Bertiz, dirigente de la coalición de partidos ACTS-OFW, que representa a los filipinos en el exterior.
Además, cientos de marineros filipinos trabajan en petroleros occidentales que navegan a través del Estrecho de Ormuz, donde están en peligro ya que Irán ha advertido sobre represalias “rápidas y severas”, lamentó.
Unos 10 millones de filipinos son trabajadores emigrantes en el exterior y el envío de sus remesas representa en torno al 10 % de la riqueza de su país.
Los trabajadores filipinos en Oriente Medio enviaron a Filipinas 6,7 millones de dólares en remesas en 2018 y 5 millones entre enero y octubre de 2019, según datos del gobierno.