Las plataformas de streaming podrían requerir la huella dactilar para que accedas a tu cuenta

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Desde hace unos meses los gigantes del servicio de televisión por internet luchan por tener (o mantener) su trozo del pastel. Un reciente estudio de The Wall Street Journal afirma que entre Apple TV+, Disney+ y HBO Max podrían arrebatarle un 30% de usuarios en Netflix. Con todo esto, cuando creíamos que la guerra del streaming se recrudecía más que nunca, llega un contrincante contra el que ninguno puede luchar por separado: la piratería.

El mercado audiovisual lleva décadas intentando enfrentarse a este problema, que ahora se ha digitalizado y el principal problema es el ‘hackeo’ de contraseñas, es decir, las contraseñas filtradas en las plataformas de pago. La televisión de pago perderá 6.600 millones de dólares en ingresos por compartir contraseñas y piratería este año, según Parks Associates. Para 2024, el número podría crecer hasta los 9.000 millones de dólares.

Hace dos años, algunos de los agentes más importantes de este sector formaron un grupo llamado ‘Alliance for Creativity and Entertainment (ACE)’ para luchar contra la ‘piratería 2.0’ y ahora se van a centrar en el problema del uso compartido de contraseñas. Esta coalición la forman empresas como Amazon, AMC, Charter, Comcast, Disney, HBO, Lionsgate, MGM, Netflix, Paramount, Sony o Warner Bros.

Medidas para impedir accesos fraudulentos

Según informaba Bloomberg, entre las medidas que se barajan está solicitar a los clientes que cambien sus contraseñas periódicamente o enviar mensajes de texto a los teléfonos de los suscriptores, que tendrían que ingresar un código para seguir viendo. También se ha barajado controlar el número de dispositivos conectados.

Otras posibilidades que se barajan son limitar el número de direcciones IP asociadas a una cuenta o incluso la distancia a la que se podría iniciar sesión.

Si ninguna de esas tácticas funciona, algún día los suscriptores de la televisión de pago podrían estar obligados a iniciar sesión en sus cuentas con sus huellas dactilares. Sin embargo no todos los dispositivos están preparados para esta moderna tecnología.

Riesgos

Todas las empresas de esta ‘ACE’ coinciden en que tanta seguridad y verificación podría resultar en un enfado por parte de los usuarios reales, los que pagan, y que finalmente se vayan de las plataformas. Y, sin embargo, que no se consiga que las personas que utilizan los servicios de forma gratuita, especialmente los consumidores más jóvenes, acepten suscribirse.

“Si le preguntas a cualquier grupo de jóvenes si alguna vez pagarán por Netflix o los servicios de vídeo, la respuesta es inequívocamente negativa”, dijo Mike McCormack, analista de Guggenheim Securities.