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El exmandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, condenado dos veces por corrupción, anunció este martes que volverá a las calles del país a partir de enero para hacer oposición al actual presidente, el ultraderechista Jair Bolsonaro, y para probar su inocencia.
“A partir de enero, Lula estará en la calle otra vez”, afirmó el exjefe de Estado (2003-2010), en un acto en Sao Paulo con motivo del lanzamiento de la segunda edición de su libro “A Verdade Vencerá” (La verdad vencerá).
Lula, en libertad desde el mes pasado tras pasar 580 días en prisión, aseguró que tiene un “compromiso de fe con el pueblo brasileño” y, en este sentido, garantizó que en sus marchas “probará” que Brasil “no puede ser gobernado por el tipo de gente” que actualmente se encuentra en el Ejecutivo que lidera Bolsonaro.
“Esa gente que está ahí no está para construir, está para destruir” las conquistas sociales que, según él, se consiguieron durante los Gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT), primero con él como presidente y después con su sucesora Dilma Rousseff (2011-2016).
“Nuestro pueblo ya aprendió a tener un empleo, a tener un salario mejor, a comer tres veces al día”, enumeró el exgobernante.
Durante su discurso, volvió a lanzar duras críticas contra los jueces que le condenaron y los fiscales de la Operación Lava Jato, quienes construyeron, a su juicio, “mentiras apoyadas por la prensa” para evitar su vuelta al poder.
“Soy consciente de que no me van a dar tregua, pero yo estoy seguro de que no les voy a dar tregua a ellos”, indicó, entre los vítores de sus seguidores.
“No saben la fuerza que tiene un hombre de 74 años”, agregó.
Lula ha sido condenados en dos ocasiones por corrupción y blanqueo de capitales en procesos muy similares relacionados con la Operación Lava Jato, que investiga desde hace más de cinco años los millonarios desvíos que ocurrieron en la estatal Petrobras.
En la primera sentencia, ratificada en tercera instancia, recibió una pena de 8 años y 10 meses de cárcel, de los que ya cumplió 1 año y 7 meses.
La segunda fue ratificada hace unas dos semanas por un tribunal de segunda instancia que le aumentó el castigo hasta los 17 años y 1 mes de prisión. Además, tiene abiertos en la Justicia otros procesos penales de índole parecida.
Lula vio materializa su libertad en virtud de una decisión de la Corte Suprema, que declaró inconstitucional que una pena comience a ser cumplida tras haber sido confirmada en segunda instancia y aún cuando quedan dos posibles apelaciones en el Tribunal Superior de Justicia y en el propio Supremo.
Sin embargo, un proyecto de ley que tramita actualmente en el Congreso y que propone precisamente ejecutar una condena una vez sea ratificada en segunda instancia puede devolverle a prisión.
El texto ya ha recibido una primera aprobación en la Comisión de Constitución y Justicia del Senado, aunque para su promulgación final todavía tiene por delante un largo trámite en ambas cámaras legislativas.
De este modo, según cálculos del propio Parlamento, una eventual aprobación definitiva solamente podría darse ya entrado el segundo semestre del año próximo.