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Miles de personas volvieron este viernes a las calles en varias ciudades de la India para protestar contra la ley de ciudadanía para inmigrantes que excluye a los musulmanes, un día después de una de las jornadas de manifestaciones más violenta de las últimas dos semanas, en la que murieron tres personas.
La serie de protestas que se lleva a cabo por doceavo día consecutivo se celebró desafiando las restricciones de reunión y comunicación impuesta por las autoridades en algunas zonas del país.
La ley que permite regularizar a inmigrantes indocumentados no musulmanes procedentes de Afganistán, Pakistán o Bangladesh llegados al país antes de 2014 atizó los temores de la comunidad musulmana ante la existencia de un supuesto plan antimusulmán ejecutado por el Gobierno del primer ministro nacionalista hindú, Narendra Modi.
En la capital del país, Nueva Delhi, miles de personas se reunieron en las afueras de Jama Masjid, una de las mayores mezquitas del país, después del viernes de oración, para expresar su rechazo a la norma.
La concentración multitudinaria en la que los manifestantes ondearon banderas y alzaron consignas contra la ley se desarrolló en medio de una fuerte presencia policial en los alrededores de la mezquita.
En la ciudad de Bombay, capital financiera del país, cientos de personas se reunieron frente a la mezquita de Hari Masjid, para hacer sentir su oposición a la implementación de esta ley.
Protestas similares se realizaron en las ciudades de Hyderabad, capital del estado de Telangana; las ciudades de Bahraich, Bulandshahr, Meerut y Muzaffarnagar en el estado de Uttar Pradesh, alguna de las cuales desembocaron en enfrentamientos con los agentes y varios destrozos.
En la ciudad de Gorakhpur, en Haryana, la agencia india ANI difundió imágenes de agentes de policía y varias decenas de personas enfrentándose con piedras.
ENDURECEN LAS RESTRICCIONES
En la ciudad de Lucknow, capital de Uttar Pradesh, y en todos los distritos del estado se suspendieron los servicios de internet después de que el jueves se produjeran enfrentamientos entre manifestantes y la Policía en los que murió una persona, según confirmó a Efe el superintendente adjunto de Policía Sonam Kumar.
En la ciudad de Mangaluru, en el estado sureño de Karnataka, donde dos personas murieron durante las protestas del jueves, se impusieron también restricciones al derecho de reunión y cortes de internet.
Las tres muertes registradas ese día en enfrentamientos con la policía elevaron a siete el número de muertes relacionadas con estas protestas.
Cuatro personas murieron la semana pasada en el estado de Assam, en la región noreste del país, con un fuerte sentimiento antiinmigrante sin importar la religión, donde los manifestantes niegan la posibilidad de ciudadanía a cualquier inmigrante.
La ley que despertó las protestas fue presentada en el Parlamento el lunes de la semana pasada por el Gobierno de Modi.
La enmienda que fue aprobada dos días después por las dos cámaras del órgano legislador, permitirá regularizar a inmigrantes procedentes de Afganistán, Pakistán y Bangladesh llegados al país antes de 2014 y pertenecientes a las religiones hindú, sij, budista, jain, parsi y cristiana.