Nueva Zelanda eleva a 18 los muertos en la erupción del volcán Whakaari

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Las autoridades buscan en el mar aledaño a la isla deshabitada Whakaari, también conocida como White Island, los restos de Winona Langford, una australiana de 17 años, y el guía neozelandés, Hayden Marshall-Inman, de 40, pero el mal tiempo obstaculiza las tareas.

La Policía neozelandesa dio por completado el proceso de identificación de víctimas al publicar los nombres de 17 víctimas, incluidos los dos desaparecidos, a los que se suma otra persona que falleció en un hospital de Australia cuya identidad no ha sido revelada.

La lista, en la que se cuentan dos neozelandeses, doce australianos y tres estadounidenses residentes en Australia, incluye los nombres de los últimos tres cadáveres identificados: Richard Elzer, de 32 años, Julie Richards, de 47, y Barbara Hollander, de 49.

Otras 14 personas siguen ingresadas con quemaduras graves en hospitales de Nueva Zelanda, la mayoría de ellas en condición crítica, y otras 12 en hospitales de Australia.

En total, 47 personas se encontraban en Whakaari cuando ocurrió la erupción, incluidos 24 australianos, 9 estadounidenses, cinco neozelandeses, cuatro alemanes, dos británicos, dos chinos y un malasio.

El Whakaari, visitado por más de 17.500 personas en 2018, entró en erupción el 9 de diciembre cuando se encontraba en un estado de alerta 2 de una escala de 5 que preveía una leve actividad volcánica.

Las autoridades neozelandesas han abierto dos investigaciones para determinar la responsabilidad por el suceso, incluidos los operadores turísticos que organizan viajes a esta isla.

El Whakaari, de 321 metros de altura y cuyo 70 por ciento de estructura se encuentra bajo el nivel del mar, se considera uno de los volcanes más activos de Nueva Zelanda y en ello reside parte de su atractivo turístico.

Asentado en el extremo suroriental del Anillo de Fuego del Pacífico, el volcán registró su última erupción en 2016 sin causar víctimas, mientras que el anterior accidente más grave ocurrió en 1914 cuando diez mineros murieron por una alud al hundirse parte del cráter.