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Once personas murieron y una está desaparecida tras el terremoto de magnitud 6,8 que sacudió el domingo la isla de Mindanao, en el sur de Filipinas, donde continúan las réplicas, incluida una el miércoles de magnitud 5,3.
Los heridos por el fuerte terremoto suman 111, según el último recuento publicado hoy por el Consejo Nacional de Emergencias y Reducción de Riesgo de Desastres (NDRRMC, en inglés).
El epicentro del seísmo se localizó en la provincia de Davao del Sur, a unos 9 kilómetros de la localidad de Padada, donde el mercado municipal se derrumbó y causó tres muertos.
Las autoridades descartaron hoy que hubiera más víctimas entre los escombros, pese a que inicialmente se pensó que había otras seis personas atrapadas, en un rescate que se vio dificultado por las numerosas réplicas.
El resto de víctimas mortales se registraron en las localidades de Matanao, Magsaysay, Hagonoy, Bansalan, Digos, M’lang y Malita, en la provincias de Davao del Sur, Davao Occidental y Cotabato; mientras que el desaparecido es de la provincia de Sarangani.
Más de 9.700 personas están evacuadas tras la sacudida del domingo, que destruyó totalmente 74 viviendas y 125 de manera parcial, y provocó daños en 41 infraestructuras públicas, 128 escuelas y 19 centros de salud.
El Instituto Filipino de Vulcanología y Sismología (Phivolcs) ha registrado hasta el momento más de 850 réplicas, de las que 86 fueron perceptibles.
Los temblores se han producido en la misma región que en octubre sufrió tres fuertes terremotos de magnitud superior a 6 y que causaron una treintena de muertos y centenares de heridos.
Más de 9.700 personas están evacuadas por el terremoto del domingo, que destruyó totalmente 74 viviendas y 125 de manera parcial. Además el seísmo provocó daños en 41 infraestructuras públicas, 128 escuelas y 19 centros de salud.
Filipinas se asienta sobre el llamado ‘Anillo de Fuego del Pacífico’, una zona que acumula alrededor del 90 % de la actividad sísmica y volcánica del mundo, y que es sacudida por unos 7.000 temblores al año, la mayoría moderados.
El último gran terremoto que golpeó el país fue un temblor de 7,1 que mató a más de 220 personas en el centro de Filipinas en octubre de 2013; y en julio de 1990, más de 2.400 personas murieron en la isla de Luzón por uno de 7,8, uno de los más fuertes en el país.