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La ciudad de Venecia (norte de Italia) sigue atenta a la evolución de la marea que ha provocado graves inundaciones en las últimas horas y que la mantendrán bloqueada al menos hasta mañana, jueves, con los colegios e importantes instituciones culturales cerrados.
El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, acudió hoy a la ciudad para presidir una reunión técnica con el alcalde Luigi Brugnaro; el presidente de la región del Véneto, Luca Zaia; la ministra de Infraestructuras, Paola De Micheli, y responsables de Policía, bomberos y Protección Civil.
Entretanto el nivel del agua ya ha bajado, después de que durante la pasada noche aumentara hasta los 187 centímetros, la marca más alta después de los 194 centímetros de 1966, anegando todo el centro histórico de esta delicada ciudad, Patrimonio de la Humanidad, y causando una muerte.
Sin embargo el ayuntamiento estima que esta noche hacia las 23.35 locales (22.35 GMT) el nivel del agua aumentará hasta un máximo de entre 120 y 125 centímetros, mientras que mañana 14 de noviembre se tocarán los 130 centímetros a las 10.50 locales (9.50 GMT).
En un comunicado se ha avisado que “en los próximos días la marea se mantendrá sobre valores muy altos”, por lo que la alerta se mantiene alta.
El alcalde ha firmado una ordenanza para cerrar todas las escuelas durante toda la jornada de mañana por motivos de seguridad.
Por otro lado, la ciudad de los canales, auténtica capital de la cultura, ha visto como algunas de sus instituciones más afamadas han echado el cierre momentáneamente como la Bienal de Arte, que espera abrir mañana después de que hoy no haya sufrido graves daños.
El histórico Teatro ha sufrido desperfectos en la taquilla y por eso se ha visto obligado a suspender el recital de hoy de la pianista Letizia Michielon y el concierto de mañana de la violinista Sara Zeneli y del famoso pianista Roberto Prosseda.
Esto a pocos días de que tenga lugar la inauguración de la temporada lírica de esa ópera, el próximo 24 de noviembre con el “Don Carlo” de Giuseppe Verdi.
El agua ha penetrado en la basílica de San Marcos, hasta en la propia cripta, pero también en las plantas inferiores del Palacio Ducal, en las Procuradurías de la plaza, en el Museo Napoleónico, y se espera ahora a valorar los daños causados.
También ha sufrido daños el monumento de “la Partisana”, una escultura que simboliza a las mujeres que combatieron y resistieron al nazismo y al fascismo y que ha acabado en el agua.
El agua también ha destrozado símbolos como el Gran Café Quadri, uno de los iconos venecianos desde su fundación en 1638, en plena plaza de San Marcos.
La red de transporte público veneciana ha cancelado las líneas que pasan por puntos como la plaza de San Marcos, los Jardines de la Bienal, San Zacarías o el Arsenal, y ha informado del hundimiento de tres “vaporetti” y dos naves que acabaron en tierra.
Mientras, una cosa que no se detiene en Venecia, como de costumbre, es el turismo. Los visitantes recorren sus calles, primero sobre plataformas y ahora por el pavimento, a pesar de que casi todo permanece cerrado, informan los medios locales.